domingo, 30 de abril de 2023

La humanidad de la Inteligencia Artificial.

 


Llevo unas semanas investigando activamente sobre el nuevo fenómeno que llenan de titulares los medios de comunicación, las comunidades de todos los sectores, etc.

En ciertas ocasiones, hablando con profesionales del sector de la tecnología, noto un temor que hace que mis pies toquen el suelo y poder observas la realidad de lo que se nos viene encima. No es alarmismo, es realidad.

La IA viene para quedarse, para sustituir a millones de puestos de trabajo. Estamos hablando de todo tipo de puestos: analistas financieros, ciertas especialidades médicas (como la cirugía), los docentes, o incluso terapeutas no manuales (como psicólogos, psiquiatras, etc.), progamadores, expertos en ciberseguridad, conductores y un larguísimo etcétera.

Ante la estupefacción, he decidido charlar con esta IA. No nombraré con cuál de ellas. No quiero hacer publicidad a nadie. Simplemente quiero explicar mi experiencia.


Por mis conocimientos personales y vitales, junto a mis conocimientos académicos, creo firmemente que estamos ante una futura crisis como sociedad.

Estoy convencida que más de uno de Ustedes, se han topado a lo largo de su vida con algún ser humano con el que no se han llegado a entender. Quizá sea por falta de química, diferentes puntos de vista de la vida y las relaciones, o bien porque este ser humano carecía de empatía, y ustedes notaban en su estómago esa "anomalía" en el trato. Quizá (y sólo quizá) se trate de un psicópata integrado.

Este tipo de seres entienden cognitivamente lo que son las emociones, pero son incapaces de sentirlas. Ríen cuando saben que tienen que reír, simulan que lloran, así como simulan sentir tristeza, culpa o incluso miedo. (Sí, no todos los psicópatas son asesinos, violadores o maltratadores). Están en nuestra sociedad y se relacionan con nosotros. Tienen famílias, compañeros y compañeras de trabajo, tienen relaciones sociales, pero no sienten lo que es la amistad, la lealtad, el amor o el compañerismo. Son empleados y empleadas, jefes y jefas. Son lo que quieras o puedan ser. En definitiva, y sobre todo, NO SON EMPÁTICOS/AS. Y no me invento nada, pues la literatura científica que habla al respecto, está muy al alcance de todos, e incluso hay imágenes de la estructura cerebral a través de tomografías computarizadas que pueden corroborar lo que estoy exponiendo, además de los claros perfiles que nombro por encima (para no cansar a quienes me lean).

Pues bien, durante estas semanas en las que he estado investigando sobre IA y experimentándola, me he encontrado que he sentido (sí, SENTIDO) exactamente las mismas sensaciones que me han producido las relaciones que he tenido a lo largo de mi vida con los psicópatas integrados con los que me he ido encontrando (se estima que a lo largo de nuestra vida, nos relacionaremos con unos 60 seres).

Y ahora es cuando lanzo la pregunta: ¿Estamos realmente preparados para poder distinguir a corto, medio o largo plazo una IA que puede hasta simular emociones de un ser humano, si aún somos incapaces de distinguir a una personalidad psicopática integrada, pero sí notar fuertemente las consecuencias que conlleva relacionarnos con estos seres?


Porque yo no lo veo claro, a no ser que nos pongamos seriamente a reforzar la inteligencia inter e intrapersonal, y le demos la importancia VITAL a las emociones y sentimientos, dándoles el valor que siempre les ha correspondido...

La humanidad de la Inteligencia Artificial.

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